Huatusco, Ver.- El cierre
de campaña de Miguel Sedas Castro no es más que el reflejo de su temor por la
derrota que le espera este domingo, además de estar dando patadas de ahogado,
indicaron líderes de diferentes sectores y analistas políticos del distrito.
Con unos cuantos miles de
acarreados que deberá fiscalizar el Instituto Nacional Electoral, que, por
cierto, se ha visto muy activo en los eventos de esta contienda, Sedas Castro
siente ya la llegada de la derrota, agregan líderes del propio PRI.
Su contendiente panista Paty Montiel lo volvió a aplastar en el cierre realizado esta misma tarde en la
ciudad de Cardel, donde, a pesar de la detención de sus unidades, según
trascendió, ordenada por el candidato de la coalición PRI-PVEM para impedir que
los simpatizantes de la candidata llegaran a refrendar su apoyo, el mitin de
cierre final fue aplastante por segunda vez en menos de una semana.
Miguel Sedas fue
acompañado por el Senador José Francisco Yunes Zorrilla, por Javier Herrera
Borunda, por el diputado local del distrito de La Antigua Adolfo Ramírez Arana
y los alcaldes priístas del distrito.
Pero, para ganar la
elección le harán falta muchos más votos que los pocos acarreados de este miércoles,
sobre todo porque algunos de los asistentes llegaron procedentes de otros
municipios ajenos al distrito.
Como ejemplo podemos citar
el caso de los vehículos que llegaron con personas de los municipios de Tomatlán,
Coscomatepec, Calcahualco y de otros municipios que acudieron como en cada
campaña para ver que les daban de comer, alguna despensa u otros enseres.
Sin embargo, algunos
asistentes se regresaron a sus lugares de origen despotricando en contra del
candidato, debido a que no recibieron nada, según comentarios escuchados al
finalizar el evento.
Otros más se retiraban
comentando la falta de un discurso político bien articulado que les dejara un
mensaje, por lo menos de esperanza para los próximos tres años, así como
llegaron, igual se fueron.
La verdad se verá el
domingo en las urnas, sobre todo la capacidad de convocar al electorado, cada
vez más exigente, si la asistencia a las casillas supera el 50 por ciento, los
candidatos tendrán un reconocimiento, sobre todo el ganador, que se duda mucho
sea el de la coalición.
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