Tenampa, Ver.- Cansados de
la sordera y ceguera de sus autoridades municipales, vecinos de la localidad El
Suchil del municipio de Tenampa, retuvieron a la alcaldesa Celia Santoyo Taval
y a su esposo el sindico Fidencio Mendoza Heredia en la carretera de acceso a
la cabecera municipal que los inconformes estaban bloqueando.
El sindico, quien es el
que en realidad maneja el ayuntamiento a su antojo, se había comprometido por
tercera ocasión a estar en la asamblea de vecinos de dicha comunidad la mañana
de este domingo.
El problema detonó por la
falta de suministro de agua de manera regular a la localidad, indicaron los
vecinos, además, ya en el lugar del bloqueo, los quejosos refirieron la total
ausencia de obra publica que el mañoso sindico les niega siempre, culpando de
todo al gobierno del Estado.
Los vecinos aguardaron la
llegada del sindico o de la alcaldesa a la asamblea, sin embargo al no
presentarse ninguno de los dos, más de 300 personas se trasladaron al camino y
cerraron en su totalidad la única vialidad que sirve para ingresar o salir de la
cabecera municipal.
Pasadas las 11 de la
mañana arribaron el sindico y su esposa, quienes intentaron convencer a los
inconformes de liberar la vialidad, bajo el compromiso infantil de otorgar un
rotoplas a cada familia por parte del ayuntamiento, ello encendió más los
ánimos de los campesinos que decidieron
retener en ese punto al matrimonio que es acusado de múltiples acciones
indebidas durante su desempeño como autoridades municipales.
Al sitio arribaron cuatro
elementos de seguridad pública del Estado a dialogar algo con el sindico y la
alcaldesa, dos uniformados de la policía municipal observaban a la distancia
sin atreverse a acercarse al tumulto que vapuleaba verbalmente a la pareja
presidencial.
Pasado el medio día luego
de que los encargados de abrir las válvulas de bombeo de agua se presentaron y
enviaron el vital liquido al pueblo, los pobladores aceptaron que los ediles
firmaran un acuerdo para que dicha localidad tenga agua de manera permanente.
Asimismo, les exigieron
trabajar con las comunidades y programar las obras necesarias en todo el
municipio, bajo la amenaza de regresar a tomar el palacio municipal y pasear a
dicha pareja montada en burro por todo el pueblo.
Cientos de vecinos de la
cabecera municipal y de otras localidades no pudieron llegar a su destino o de
plano se vieron obligados a pasar el bloqueo caminando para buscar algún medio
de transporte.