Con lagrimas en mis ojos te fui a dar el ultimo
adiós querido padre, tu ausencia me deja ese enorme vacío que nada ni nadie
puede llenar en esta vida, pero agradecido estoy contigo y con el creador,
contigo porque hiciste de mi y de tus descendientes personas de bien, muy
trabajadoras y muy unidas.
Luchaste hasta el ultimo momento y siempre te mantuviste
con la frente en alto ante cualquier adversidad, con una gran fortaleza que nos
mostraron siempre tú y mi madre que hoy dejas con nosotros.
Te agradezco que nos hayas enseñado a respetar y
buscar siempre el equilibrio entre la justicia y la verdad, nos llevaste por
senderos difíciles porque no había ningún otro para transitar por la vida, pero
lo que somos todo te lo debemos a ti y a mi madre.
Transitas ya en la vida sin retorno y a pesar de la
tristeza que sentimos y que embarga
nuestros corazones, cierto estoy que dejaste de sufrir por tus pesares, tus
preocupaciones se acabaron y hoy descansas ya en la eternidad perpetua.
Alcanzarás a mi hermano que nos dejó hace poco y
que tu extrañabas en tu sentir que tanto te costaba expresar, porque tus
sentimientos reprimidos no te permitieron mostrar lo que tu considerabas
debilidad del hombre.
Vas en busca de aquella madre que tanto extrañaste
y que hace mas de 40 años dejó esta vida en el mismo lugar donde hoy decidiste
despedirte de tu familia que con tanto esmero fuiste construyendo a lo largo de
60 años, con el apoyo y al lado de mi madre.
Tus enseñanzas, a pesar de la ausencia de afectos
mostrados como lo hacen muchos padres son y serán siempre el motivo de
satisfacción de tus hijas e hijos que hoy lloran y lamentan tu ausencia perenne.
Te negaste a dejar en vida lo que con tanto ahínco
lograste obtener a base de tu trabajo constante, finalmente te despides del
lugar que la vida y tu permanente lucha te dio como frutos de esa constante
disputa agraria que tantas vidas costó y que tú al lado de otras personas lograron
para alimentar a sus familias.
La tierra que te vio nacer se quedó en un lejano y
sufrido pasado lleno de malos recuerdos que tratabas de olvidar pero que te
asaltaban ocasionalmente y que a veces te gustaba compartir con nosotros, tal
vez para hacerte la vida mas llevadera.
Lo mejor de ti y de tus recuerdos se queda con tus
hijas e hijos que solo hacen lo que les enseñaste siempre, trabajar y ser personas
de bien, pensar antes de actuar y tomar las cosas con serenidad, tal como
nuestra madre nos lo repite constantemente.
Que puedo hacer, sino honrar tu memoria y seguir
adelante en esta vida temporal que solo tenemos prestada hasta que nuestros
pasos y el camino se terminan, solo me queda abrazar tus recuerdos y darte las
gracias por darme la vida y por enseñarme a vivir cada momento.
Por eso, con estas letras, no me despido de ti,
solo te digo que algún día estaremos contigo, llegado el momento volveremos a
estar juntos en la eternidad después de este corto tiempo que la vida nos ha
regalado, hasta siempre padre mío.
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