Síntesis del Golfo.
Florencio González Peña.
El Ocaso de Héctor Yunes.
Huatusco, Ver.- Con el ocaso de su último encargo cada
vez mas cerca, el senador y ex candidato que llevó a su partido a enterrarlo en
una derrota propiciada por su actitud soberbia, petulancia y distanciamiento
con el electorado y sobre todo
con su militancia, Héctor Yunes Landa, recorre
el Estado intentando regresar del tobogán sin fondo que se lo tragó el 5 de
junio pasado.
Con su derrota se llevó al fondo del precipicio al
partido que le dio todo, incluida la senaduría que aun usufructúa sin mostrar
un verdadero trabajo que se refleje en un mejor nivel de vida en los
veracruzanos.
Lo mismo pasó cuando fue diputado local, o en los
diferentes cargos que ha tenido al amparo del partido que ahora pretende
adueñarse, menoscabando a la institución política que tantos beneficios le ha
otorgado.
Distanciado de los medios de comunicación, recibido
solo por un sequito de incondicionales, Héctor Yunes acudió la mañana de este
sábado a presidir un desayuno en Huatusco y más tarde una reunión masiva en la
cabecera municipal de Chocamán.
Allí les espetó que seguirá en su incansable búsqueda
de ser por segunda vez el candidato de su partido a la gubernatura, poco le
importa la derrota, en su desfachatez y soberbia que raya en la locura con un
discurso inquisidor hacia el gobierno que se va, se aferra a su única salvación
del 2018.
Con palabras de insolencia intenta Yunes Landa
revivir su desgastada imagen y trata de renacer de las cenizas de su desastrada
derrota, algunos creen, previamente negociada con el gobernador electo que solo
aguarda el primero de diciembre para empezar a cobrar facturas de agravios
pretéritos.
Y es que el senador que siempre ha vivido distanciado
del pueblo anda preocupado porque su encargo como senador se termina el mismo
año de la próxima elección de gobernador, por ello trata de reinventarse y de
buscar otro cargo de elección para seguir pegado a la ubre oficial, allí donde
se tiene poder, dinero y muchos otros privilegios.
Pero sobre todo, donde se accede al fuero y a las
llaves para poder entrar al cielo de los poderosos, donde se reparte el poder y
el control de los destinos del pueblo de México tan sumido en la desgracia con
tanto político y pseudopolíticos sanguijuelas de pacotilla.
Lejos estará de ganar la silla embrujada del
principal palacio veracruzano, sobre todo porque ya es muy conocido y porque
sus primos no se va a dejar arrebatar tan fácilmente el control político de
Veracruz.
Pero no todas sus desgracias son personales, mucho le
debe a su equipo cercano, a la cerrazón y a la insensibilidad de los
grupúsculos que le rodean en cada rincón de la entidad y que le impiden
escuchar al electorado y a los verdaderos lideres sociales.
En cada reunión son los mismos actores, algunos
priístas de viejo cuño que no cambiaran y que pretenden heredar el partido a
sus familiares cercanos y un grupo de ninis
que la mayor aportación a su partido es tomarse fotos para presumirlas en las
redes sociales.
Héctor Yunes sigue en campaña, poco le importan realmente
los problemas que aquejan a los veracruzanos, pero, sobre todo, poco le importa
buscar y darle solución a las múltiples necesidades que campean en toda la
entidad.
Practica la política del yo-yo, la misma que siempre
le ha dado resultados, el chocholeo, las promesas para revivir esperanzas
muertas, el rollo de siempre y nulas respuestas para darle solución a las miserias
que se viven hoy por hoy de sur a norte de Veracruz.
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