miércoles, 28 de septiembre de 2016

COMAPA Y SU FORTIN.

COMAPA Y SU FORTIN.

Lic. Miguel Ángel Flores Rodríguez.
Comapa, Ver.- Aun cuando está plenamente aceptado que Comapa proviene de la toponimia náhuatl comitl=olla y apan= rio y que su significado sería simplemente “En el río de las ollas” no está por
demás intentar una acepción más que provendría también del náhuatl “comalli”, disco de barro cocido, ligeramente cóncavo que se usa para cocer las tortillas de maíz y entonces el nombre de Comapa se traduciría por “En el rio de los Comales”
Como sea, ambas acepciones nos dan información sobre la antigüedad de este lugar y nos indican que es un lugar que fue habitado desde tiempos muy remotos.


El municipio de Comapa posee una superficie muy amplia y en su extenso territorio guarda misterios y secretos que los más aviesos exploradores y aventureros ansiarían descubrir.
Hoy me referiré a un sitio que por sí mismo vale la pena para atreverse a realizar una visita a este interesante Municipio, me refiero al enigmático Fortín de Comapa.


En la Barranca de Comapa, en el vacío que se forma precisamente entre la cabecera municipal y el pueblo denominado Victoria del Municipio de Sochiapa, se levanta una fortaleza natural que surge desde el fondo del barranco y alcanza la misma altura de los territorios que acabo de mencionar, este lugar es conocido como Fortín de Comapa.


El nombre no es difícil de explicar, por sus características naturales es una fortaleza inexpugnable por cualquiera de sus caras y la posición estratégica permite realizar una vigilancia hacia cualquier punto de la tierra firme.


Dicha situación no pasó desapercibida para los hombres de la antigüedad totonacos después dominados por los aztecas quienes construyeron sobre su cima una ciudadela cuyas ruinas aun se pueden apreciar, deterioradas por el tiempo y saqueadas por arqueólogos aficionados y aventureros aun se mantienen de pie algunos de sus muros y edificios.


De las diversas entrevistas que he tenido con personas que conocieron el sitio hace muchos años he logrado conocer algunas historias que sobre el lugar se cuentan, fantásticas algunas, otras apoyadas en la realidad.


Me dijeron, por ejemplo, que allá por los años cincuentas del siglo pasado llegaron al municipio algunas personas que se hicieron pasar por investigadores de Antropología, que apoyados por personal del Ayuntamiento realizaron una serie de excavaciones y sustrajeron una buena cantidad de materiales arqueológicos, grandes ollas, ídolos y figuras de piedra y un objeto que llamo mucho la atención lo fue una serpiente enrollada esculpida en piedra.

Todos esos materiales fueron sacados fuera del municipio con el pretexto de que serían exhibidos en un museo de Xalapa, aunque a decir verdad, nadie los volvió a ver.


Se cuentan cosas misteriosas acerca del Fortín, un señor me refirió que con frecuencia iba a cortar pasto para sus animales y que más de una vez le toco ver como de la parte superior de la fortaleza, al anochecer, se desprendía una luz brillante que se elevaba hasta el cielo.


También me contaron que grandes ídolos de piedra, que estaban ubicados como guardianes alrededor de la ciudadela, fueron lanzados al vacío de los barrancos, seguramente, si se hiciera una exploración concienzuda a lo largo de los ríos que circundan al Fortín nos llevaríamos agradables sorpresas.


El lugar ha llamado la atención tanto a vecinos como ajenos y ha sido visitado en incontables ocasiones, alguna vez pude ver un video que fue tomado en algunas de las cuevas que existen en los acantilados y pude apreciar una serie de dibujos y petroglifos que seguramente bien interpretados alguna información nos darán sobre ese lugar.


Pero el lugar está lleno de historia más reciente ya que durante la guerra de independencia, dicho Fortín sirvió de refugio a uno de los más insignes insurgentes y que a la postre sería el primer presidente de la República, me refiero nada menos que a don Guadalupe Victoria.


Efectivamente, don José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix llego a la región de Huatusco en el año de 1814 un poco después de la ruptura del sitio de Coscomatepec, como bien lo dijo don Lucas Alamán, muy pronto se hizo a las formas de los hombres de la tierra caliente y transitaba por estos parajes en sus constantes recorridos hacia Acazónica y Puente del Rey.


El padre Correa dejo consignado en uno de sus escritos que fue precisamente en Acazónica donde adoptó el nombre de Guadalupe Victoria y el pueblo que se localiza en uno de los lados de la barranca se denomina precisamente Victoria, en su honor, porque el trayecto que en ocasiones seguía el caudillo era cruzando la barranca por esa población y saliendo en el otro extremo al pueblo de Comapa.


Cuenta la historia que en el año de 1818, cuando parecía que la guerra de independencia había fracasado, don Guadalupe Victoria reunió a sus capitanes y soldados aconsejándoles que se asumieran al indulto que otorgaba el rey, pero que él jamás se entregaría a las manos de sus enemigos y entonces tomó la determinación de esconderse en el monte.


Y así fue, durante 30 meses, se ocultó en los bosques y malezas y muchos habitantes de la región aseguran que el Fortín de Comapa era uno de los sitios donde se ocultaba, allí, en el Fortín, todavía es posible localizar una cueva donde al parecer era una de sus guaridas, dicha cavidad tiene practicada al fondo una ventana que se asoma al vacío y que permitía vigilar los movimientos de las personas que bajaban por el lado de Sochiapa, mientras que al frente tiene suficiente visibilidad para observar los movimientos del lado de Comapa. Cuentan que en ese lugar se localizaron una buena cantidad de armas antiguas.



Fortín de Comapa, sitio obligado de visita para historiadores y aventureros, si se anima vaya con precaución ya que se encontrara con terrenos quebrados, barrancos profundos, alimañas y si, tal vez lo más temible, víboras venenosas.

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