FESTEJA CRUZ ROJA SU DÍA.

Huatusco, Ver.- El personal de la benemérita Cruz Roja que tanta entrega y labor social realiza de manera permanente, salió este viernes a festejar el día mundial de la Cruz Roja y de la media Luna Roja.

Con muy escaso interés por parte de la ciudadanía por reconocer el trabajo desinteresado que realizan personas que entregan su tiempo para salvar vidas en las situaciones más inverosímiles, portando con gallardía el uniforme los integrantes del cuerpo de socorro marcharon por la ciudad.

Acompañados por las ambulancias que llevan muchos años y kilómetros recorriendo con el ulular de su sirena que anuncia su carrera contra el tiempo en cualquier tipo de servicio, los jóvenes y algunos no tan jóvenes caminaron por las calles que han recorrido y visto desde diferentes ángulos.

El cuerpo de rescate canino desfiló con el grupo de socorro, servicios médicos y los juventinos que a pesar de su corta edad aprenden ya el manejo de crisis y los protocolos de actuación en las actividades que realizan en las diferentes acciones de rescate que se presentan.

La escolta con la bandera encabezaba el desfile detrás del banderín que dos jovencitas uniformadas llevaban ante la mirada desinteresada de la mayoría de la población que pocas veces piensa en que momento necesitarán de los ángeles de la benemérita institución que trabaja en números rojos y con cada vez menos apoyo.

Dedicar su vida a trabajar mientras la mayoría descansa, atender familias en situaciones de crisis por accidentes fatales, lidiar con pacientes latosos y trabajar contra reloj en rescates de alto riesgo, no es nada fácil.

Sobre todo trabajar en lugares como las carreteras donde no falta el conductor que arroja su vehículo al grupo que trabaja y trata de estabilizar a algún lesionado es común, sobre todo cuando no llega el personal para señalizar e impedir al paso a los impertinentes.

Eso y muchas otras necesidades enfrenta el personal de Cruz Roja, además de la incomprensión de una sociedad que regularmente suele criticar sin detenerse a pensar en los integrantes del cuerpo de rescate que también son humanos, que también tienen familia, que también tienen sentimientos, que también sienten hambre, frio, tristeza, y el dolor humano de tratar de ayudar al prójimo a pesar de ser un total desconocido.