Ixhuatlán, del Café, Ver.- Encaprichado con correr al
personal heredado por administraciones municipales anteriores el presidente
municipal de Ixhuatlán del Café, se valió de rumores y chismes de lavadero
esparcidos por su personal de confianza para justificar el despido de personal
sindicalizado.
Este viernes el munícipe ordenó impedir el acceso a ocho
trabajadores sindicalizados que permanecieron afuera del inmueble a la espera
de recibir su finiquito y de conocer su situación laboral.
Ningún funcionario, menos el alcalde los recibieron para
notificarles el motivo de su salida, o la justificación expresa que ocasionó su
salida de sus respectivos trabajos dentro del ayuntamiento.
Solo lograron conocer que fueron despedidos por
presuntamente haber golpeado a una persona, sin contar con datos más precisos,
además de ser acusados de tener salarios excesivos, situación que no justifica
del todo su despido, refieren los agraviados.
Dentro de la acusación que los trabajadores tomaron como
“chismes de lavadero”, están presuntos señalamientos de dar un mal servicio a
la ciudadanía y no beneficiar en nada al municipio.
Los funcionarios identificados como cercanos al alcalde han
acusado a los trabajadores despedidos de actuar de manera desleal, ya que
presumen que dichos trabajadores filtraron documentos confidenciales a terceras
personas en agravio de la administración municipal.
Los empleados despedidos indicaron que podrían demandar por
la vía laboral al ayuntamiento para ser reinstalados o para recibir su
liquidación conforme a derecho por los años trabajados.
Mientras los trabajadores aguardaban a ser recibidos y
escuchados, funcionarios del ayuntamiento se encontraban en un evento político
con los candidatos del PRI y con la dirigencia estatal de su partido en la
ciudad de Huatusco.
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